La carne de Vaca Vieja Madurada Deliriores
es un placer para los sentidos
Vistosa
De color rojo rubí intenso, coronada y ligeramente veteada por un cremoso amarillo. La carne en general tiene un color natural. La alimentación de nuestras reses, el ejercicio que realizan, la presencia de hierro y la maduración, la oscurecen y dan este color amarillento a su grasa.

Exquisita
La grasa y maduración transforman su sabor y textura haciéndola tierna, jugosa y aún más sabrosa.
La grasa absorbe fácilmente el sabor del alimento que tomó el animal, por eso los animales criados en extensivo tienen una carne deliciosa.
Su grasa extramuscular y su marmoleo o veteado (vetas y partículas de grasa intramuscular que aparecen porque vive en amplios espacios donde se ejercita) lubrican la carne al cocinarse, haciéndola jugosa, y aportan sabor, haciéndola suculenta. Si no quieres comer la grasa, una vez en el plato siempre puedes quitarla!
Grasa y maduración la convierten a esta carne en pura mantequilla y una explosión de sabor.
Aroma Singular
La carne fresca tiene un aroma suave y dulce, siendo más afinado e intenso en la carne madurada.
A veces, la carne empaquetada al vacío y guardada por mucho tiempo, tiene un olor fuerte al abrir el paquete: deja que se oree durante una hora y el olor desaparecerá.
Te animamos a que despiertes tu olfato al cocinarla y te deleites.
Y saludable
La carne ha sido un alimento fundamental en la evolución del ser humano y sigue teniendo un papel protagonista en nuestro desarrollo y vitalidad.